Rompiendo mitos: el sexo no termina al llegar la menopausia
- Mientras que para muchas mujeres el descenso de las hormonas revierte en una pérdida de apetito sexual, para otras se produce un efecto liberador
- Se debe afrontar esta etapa como un proceso natural que ofrece nuevas posibilidades y permite gozar de la sexualidad
Madrid, octubre de 2019.- Los sofocos, las alteraciones en el sueño, la sequedad de la piel y la disminución del deseo sexual suelen ser los síntomas más frecuentes asociados al climaterio, el periodo anterior y posterior a la presentación de la menopausia y cuya duración oscila entre 5 y 15 años. Estos síntomas se producen por el descenso en la producción de estrógenos. El término menopausia hace referencia al momento en que cesa la menstruación, que se presenta a una edad aproximada de 50 años.
Para muchas mujeres la menopausia está íntimamente ligada al fin de la etapa en la que se pueden gestar bebés. Mientras que para algunas el descenso de las hormonas revierte en una pérdida de apetito sexual, para otras se produce un efecto liberador al saber que ya no hay posibilidad de embarazo y se dispara su deseo. Otro síntoma que puede generar dificultades es la sequedad de la piel, ya que incluye la sequedad de la vulva y la vagina y puede producir picores, irritación e, incluso, descamación.
Sin embargo, en el siglo XXI por fin ha irrumpido la tendencia de desestigmatizar esta situación y acabar con el mito de que, al llegar la menopausia, el sexo se termina. Los expertos de Procare Health recomiendan no resignarse a que los síntomas que se experimenten sean algo normal propio de la edad, sino romper el tabú y hablar del tema con el médico. Se debe afrontar esta etapa como un proceso natural que ofrece nuevas posibilidades y permite gozar de la sexualidad sin necesidad de tomar precauciones para evitar un embarazo no deseado.
Lo más importante es asumir el cambio adaptándose a las nuevas exigencias del propio organismo y ser consciente de que se puede (y se debe) disfrutar de la sexualidad a cualquier edad. Una vez llegada la menopausia, se necesita más tiempo para llegar a la fase de excitación y que la vagina empiece a lubricar. La utilización de lubricantes vaginales puede resultar muy útil en estos casos, y es un recurso que suele potenciar el juego erótico. Procare Health dispone de formulaciones naturales como Idracare®, indicados para estos casos. Su objetivo es reducir la irritación, inflamación o molestias previas o tras las relaciones sexuales, dada su acción hidratante, que ayuda a recuperar la flexibilidad y la elasticidad de la mucosa vaginal.
Por otro lado, también está disponible Libicare® Gel Íntimo, un gel estimulante que va más allá de la lubricación porque mejora la percepción sensorial de la zona íntima, favoreciendo las relaciones sexuales, contribuyendo a la excitación y acelerando el clímax. En consecuencia, se consigue una mayor autoestima y conciencia sobre el cuidado del propio cuerpo.
Otro cambio que se produce durante la menopausia es la pérdida de tono muscular del suelo pélvico, que tiene como consecuencia el hecho de que las contracciones que se producen durante el orgasmo sean menos intensas y duraderas. Para mantener el control de estos músculos, se pueden realizar ejercicios de gimnasia pélvica. Existen muchos centros especializados en este tipo de tratamientos, pero también se pueden realizar durante diez minutos cada noche antes de acostarse, convirtiéndolo en un hábito.
Mantener una sexualidad activa durante la menopausia puede resultar una terapia muy eficaz para superar ciertas actitudes o sentimientos negativos que tienden a aflorar durante edades avanzadas y se intensifican con los cambios hormonales. Por ejemplo, tomar consciencia de que se ha envejecido y han cambiado las formas del cuerpo, o el sentimiento de soledad porque los hijos ya se hayan ido de casa. Una vida sexual plena puede ayudar a evitar las fases depresivas y pérdida de autoestima, así como impedir que se vea afectada la relación de pareja.